Su progenitora dio la versión del trágico hecho.
La víctima fue identificada como Johan Monroy y el crimen ocurrió en el municipio de Madrid (Cundinamarca), según informan medios nacionales.
El caso comenzó el 8 de abril cuando Monroy le dijo a Nataly Alvarado (su madre) que iba para un desayuno, pero desde ese momento desapareció, contó la mujer a Caracol Radio.
Un día después, Alvarado puso la denuncia ante las autoridades y ese mismo día le avisaron que su hijo apareció, pero muerto.
“Encontraron su cuerpo desmembrado, en una lona y [empacado] en una maleta”, relató la mujer a la frecuencia radial.
La escena dejó pistas que fueron seguidas por investigadores que llegaron a la casa en donde el escalofriante hecho tuvo lugar. Allí fue capturado Ómar Camilo Gualteros. El hombre no tuvo problemas en reconocer que él había sido quien descuartizó a la víctima.
La emisora cuenta que después de la conmoción de lo sucedido, la mujer comenzó a comprender por qué asesinaron a su hijo.
Resulta que Nataly tenía 2 hijos: Johan (el mayor) y Brayan, con una adicción a la marihuana. De acuerdo con el medio, Johan quería que su familiar dejara su vicio y ubicó a Gualteros para exigirle que no buscara más a su hermano; el sería quien lo estaba induciendo.
La desolada madre relató en la frecuencia que esa acción ocasionó el asesinato en medio de una discusión. “Parece que le vio el celular a mi hijo, intentó quitárselo, él quiso defenderse, pero fue asesinado”.
La mujer contó que el 7 de junio se fugaron 8 personas del centro de detención, entre ellos el asesino de su hijo.
Lo más delicado es que “se suponía que ya tenía que estar en la cárcel La Modelo, como lo habían dicho las autoridades”, denunció la madre.
El Coronel César Castro, comandante de la Policía de Cundinamarca, le dijo a Caracol Radio que el criminal tuvo que ser dejado en esa URI “por la situación que se está viviendo en el país” y él, “en su condición de delincuente, rompe un barrote y se fuga”.