En una verdadera problemática social se ha convertido el abandono en que se encuentra el cerro del barrio Cundí, el cual según sus habitantes, es un muladar de drogadictos, ladrones y hasta parejas que lo utilizan como motel.
Dicen los vecinos que el escenario donde reposa el monumento a la virgen de La Milagrosa, pasó de ser uno de los puntos de observación de la belleza de Santa Marta, a casa del microtráfico y la delincuencia.
Muchos catalogan como lamentable que la belleza de la vista que se registra a la vista, desde ese sector ubicado en una zona privilegiada de la capital de Magdalena, contrasta con lo que se percibe en sus alrededores que a diario recibe a drogadictos, atracadores y habitantes de la calle.
Al subir el cerro se observan gran cantidad de basuras y de escombros, carece de total iluminación. Se ha convertido en un espacio propicio para la delincuencia.
La Policía Metropolitana de Santa Marta viene adelantando patrujalles cerca al lugar, sin embargo, la operatividad no impide que sigan ocurriendo hechos como el consumo de alucinógenos y que el cerro sea el lugar donde ladrones se reparten el botín de lo logrado en alguna de sus fechorías.
LA COMUNIDAD
Álvaro Córdoba, vecino del sector aseguró que es necesario recuperar el sector que ahora está colonizado por indigentes, consumidores de droga y delincuentes.
“Estamos cansados de la situación que se está viviendo a menudo en el cerro del barrio Cundí, nosotros los miembros de la comunidad vemos con buenos ojos que después que tengamos un beneficio se pueda explotar el tema turístico en ese emblemático lugar, por eso le pedimos al Alcalde de Santa Marta a que ponga su mirada en el Cundí”, dijo.
Agregó el miembro de la comunidad que “el cerro después de ser el orgullo del barrio, se ha convertido en una verdadera zona de tolerancia, es un muladar de drogadictos, indigentes, prostitución, ladrones y esto ha causado un problema social para nosotros en el sector”, explicó.
Recuerda como era su infancia en el cerro del Cundí: “uno se subía, jugaba boliche y me produce nostalgia que mis hijos no puedan gozar de ese espacio, estamos en el punto central pero nos tienen olvidados, y la inversión a la que se comprometió el alcalde para recuperar el parque sería la primera vez que en mis 37 años alguien le va meter plata al barrio, porque siempre han estado las mismas bancas, los mismos juegos”.
El cerro del Cundí emerge imponente en el barrio que lleva el mismo nombre y el cual fue fundado a finales de los años cincuenta, ubicado en las calles 17 y 18 y las carreras 13 y 14, bordeando las casas del barrio. En época de la Colonia servía de punto vigía para avizorar los barcos que se acercaban a la Bahía.