La comunidad denuncia que los uniformados se la pasan ‘pegados’ a los celulares.
Lo que debería ser un espacio para la recreación, el deporte y el sano esparcimiento de los niños y jóvenes en el barrio Bastidas, se ha convertido en foco de inseguridad para las personas que viven y frecuentan la zona.
El parque del sector, que colinda con la parroquia y la institución educativa distrital Rodrigo de Bastidas, hoy es epicentro de riñas y comercialización de sustancias alucinógenas, frente a la mirada ciega de las autoridades.
“Los uniformados adscritos al CAI de Bastidas se la pasan pegados a los celulares (…) mientras en el parque hay personas consumiendo drogas frente a los niños, los agentes están jugando o chateando”, manifestó un líder de la comunidad.
De acuerdo con lo manifestado por la comunidad, es preocupante que las autoridades no hagan cumplir los decretos expedidos por la administración distrital, que prohíbe el consumo de estupefacientes en entornos escolares.
“A los padres de familias nos toca recoger a nuestros niños e irnos a casa corriendo, tratando de que no vean lo que se vive a las afueras del plantel”, señaló una madre.
Finalmente, también solicitaron a las autoridades de tránsito a hacer presencia en el sector, teniendo en cuenta que algunos motociclistas estarían conduciendo sobre las zonas peatonales, poniendo en riesgo la vida de la comunidad de Bastidas.