Comunidades de zonas rurales han sufrido la quema de sus cultivos por la emergencia en la Serranía del Perijá.
El incendio que ya completa ocho días en la Serranía del Perijá, afecta al menos a tres poblaciones del departamento. En zona rural de La Paz, Cesar, la conflagración ha sido difícil de controlar, por eso las autoridades anunciaron la calamidad pública, para paliar los efectos de estos incendios en la ganadería y otras labores agropecuarias de la región.
Según indicó Martín Zuleta Mieles, alcalde de La Paz, Cesar, se realizó un recorrido por las zonas afectadas, “lo que permitió una evaluación de daños. Hay diez familias afectadas a las que se les está quemando el pasto que utilizan para el sustento de los bovinos”.
Según el Cuerpo de Bomberos de la zona, la situación se ha vuelto incontrolable por los fuertes vientos y la sequía. Son tal las emergencias que han tenido que reforzar las medidas para enfrentar la conflagración, con 30 bomberos indígenas especializados en altura que fueron llevados desde Riosucio Caldas para estas labores.
Pese a que según las autoridades, el incendio estaría controlado en un 90 %, lo cierto es que el páramo de Sabana Rubia sigue ardiendo, mientras las afectaciones a la flora y fauna en corregimientos cercanos empiezan a notarse.
El servicio de agua ya presenta algunas interrupciones en La Paz, Manaure, Codazzi y San Diego, debido a que estas poblaciones se abastecen de agua de la sabana.
Desde la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres del municipio de La Paz, pidieron una urgente intervención del Gobierno Nacional para enfrentar con más rapidez la emergencia, pues solo se han controlado dos focos del incendio, que hasta el momento consume más de cinco mil hectáreas de vegetación.
Esta es la segunda declaratoria de calamidad pública, en menos de ocho días, pues el primer municipio en tomar esta medida Manaure.