La Policía lo capturó y un juez lo envió a la cárcel.
Un hombre de 42 años, fue denunciado por abuso sexual por parte de una de sus hijas. La mejor le dijo a las autoridades que la accedía desde que tenía 11 años y que tres años después, se encuentra en estado de embarazo.
Según las autoridades, la niña presentó problemas de salud debido a que su progenitor la indujo a que se tomara unos medicamentos para hacerla abortar.
La dramática historia quedó al descubierto cuando la menor, de 14 años, fue llevada por su madre hasta la sala de urgencias del Hospital La Divina Misericordia, en Magangué (Bolívar), debido a que presentaba un sangrado vaginal que estaba a punto de acabar con su vida.
Los médicos que la atendieron ordenaron los exámenes de rigor y luego detectaron que estaban al frente de un caso de aborto provocado.
Por este motivo los galenos dieron aviso a la Policía, que se hizo presente en el lugar y entrevistó a la adolescente embarazada y en medio de este recordó que cuando tenía 11 años su padre la llevó hasta un playón que se encuentra frente al corregimiento de Isla Grande, jurisdicción de Magangué, y allí abusó de ella por primera vez.
Después de esto, confesó la menor, el sujeto seguía abusándola y a finales del año pasado volvió a agredirla y en esta oportunidad la dejó embarazada.
Con la confesión de la menor y otros elementos materiales probatorios los investigadores de la unidad Básica de Investigación Criminal, de la Dirección de Protección y Servicios Especiales del Departamento de Policía Bolívar lograron obtener una orden de captura por parte de un juez y la detención se hizo efectiva en el barrio San José.
El sujeto fue puesto a órdenes de la Fiscalía General de la Nación, por el delito de acceso carnal violento agravado en concurso homogéneo sucesivo.
Cabe indicar que la menor también reveló que su padre la amenazó con matar a su mamá, sus hermanos, a ella y después con suicidarse si daba a conocer todos los detalles de lo sucedido motivo por el cual sentía temor y callaba todo el calvario por el que estaba atravesando, pero ante la situación y gracias a la experiencia de los investigadores y a un psiquiatra que atendieron el caso la afectada decidió dejar todo al descubierto.
Posteriormente, un juez le legalizó la captura y lo cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario.
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