Desde la Asociación de Ganaderos Departamental reportan perdidas millonarias.
El fenómeno del niño en el Magdalena, ya empieza a generar estragos en los cultivos y el ganado. La sequía les impide a los campesinos sacar adelante sus producciones, mientras los ovinos mueren de sed y hambre.
De acuerdo con la Asociación de Ganaderos del Magdalena, esta situación los tiene en alerta, ya que la ausencia de lluvias desde el pasado mes de diciembre ha generado pérdidas millonarias.
Algunos de los municipios más afectados son Plato, Pivijay, Tenerife y Chibolo, desde donde hacen un llamado al Gobierno Nacional para la creación de políticas que permitan tomar medidas para salvaguardar sus producciones agrícolas y animal.
“El ganado no tiene comida y el agua es poca. Si hablamos de las siembras, el no contar con el preciado líquido ha matado varias hectáreas de cultivo”, señaló un campesino.
Lo anterior, generaría una escasez de productos lácteos, carnes y otros productos propios de estos territorios, impactando el precio del cliente final.