Esta decisión fue tomada para garantizar la supervivencia y tranquilidad del reptil.
La Corporación Autónoma Regional Magdalena –Corpamag- y el Departamento Administrativo de Sostenibilidad Ambiental-DADSA, realizaron durante la noche de este jueves un monitoreo a la babilla que habita en el Parque del Agua.
Durante esta actividad, que demoró aproximadamente tres horas, el grupo de biólogos y veterinarios de ambas entidades, pudo observar la presencia del animal en repetidas ocasiones, determinando que en el lugar hay un solo individuo adulto, posiblemente una hembra.
“Buscamos proteger la fauna silvestre que tenemos en Santa Marta, por eso decidimos hacer esta labor nocturna, dado que es la hora donde el reptil se encuentra activo y nos permite observarlo”, aseguró Juan Salvador Mendoza, Biólogo de Corpamag.
Cabe anotar que, cuerpos de agua como este hacen parte de su hábitat natural y este lugar tiene la característica que se alimenta de un importante afluente para la ciudad, como es la Quebrada Japón.
A pesar de que el Parque del Agua hace parte de la jurisdicción del Dadsa, la decisión de manejo y protección de esta especie se determinó entre ambas autoridades ambientales, definiendo su reubicación a un ecosistema ajeado de los humanos, garantizado su supervivencia y tranquilidad.
Aunque durante este monitoreo no se logró la captura del reptil, se espera que en los próximos días pueda ser trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna y Flora Silvestre de Corpamag para su valoración médica y posterior liberación.
Mientras se da la reubicación del individuo, ambas entidades solicitan a la comunidad no agredirla, evitar arrojarle desechos de comida y no acercársele.
Las babillas, son cocodrilianos pequeños que no representa peligro para las personas porque no son agresivas, se alimentan de peces y parte de su función en el ecosistema es reciclar organismos muertos presentes en los cuerpos hídricos, evitando la propagación de enfermedades.
Finalmente, Corpamag recomendó a la administración del parque realizar un enmallado que permita delimitar los espacios de esta especie con el lugar de transito de las personas que frecuentan el sitio.