El llanto emitido por estos bebes de caimán aguja bajo tierra alertó a los biólogos de la entidad, quienes se trasladaron al lugar para rescatar los 31 huevos, evitando que alguno de los neonatos muriera por asfixia y deshidratación.
En la zona entre Buritaca y Guachaca, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena –Corpamag-, rescató un nido de Caimán Aguja, el cual fue construido en una playa al lado de una madre Vieja, por una hembra adulta el 23 de abril de 2021 y estaba siendo monitoreado por la entidad a través de imágenes y videos de cámara trampa y un dispositivo para la toma de temperatura y humedad. Esta misma zona de anidación ha sido monitoreada por Corpamag durante tres años consecutivos.
Luego de 90 días de incubación, los neonatos intentaban eclosionar sin la ayuda de su madre, que no regresó al nido. El llanto emitido por estos bebés de caimán aguja bajo tierra alertó a los biólogos de la entidad, quienes se trasladaron al lugar para rescatar los 31 huevos, evitando que alguno de los neonatos muriera por asfixia y deshidratación.
El nido permaneció vigilado 6 días más de la cuenta del periodo de incubación del nido y eclosión, observando que la hembra no volvió al lugar, posiblemente por ataque de cazadores.
Cabe mencionar, que los neonatos de caimán aguja no pueden abandonar el nido sin la ayuda de la hembra, debido a que se encuentran enterrados bajo 50 cm de arena compactada, dentro de una cámara especialmente diseñada por la madre al momento de la postura y las crías requieren de ayuda parental para romper el huevo una vez desenterrados.
Ya que las etapas neonatales y juveniles de esta especie son muy vulnerables ante la depredación de especies como sábalos, garzas, aves rapaces, mapaches y lobos polleros, sin el cuidado constante de su madre, durante los momentos del nacimiento y primeros meses, es difícil asegurar su supervivencia, y de haber dejado el nido allí, lo más probable es que un depredador se los comiera.
Los huevos, a punto de eclosionar, fueron recuperados con todas las medidas de bioseguridad, permitiéndole a los neonatos romper por su cuenta el cascarón. Una vez nacieron, se llevó a cabo la toma de datos de talla y peso, así como una cuidadosa curación de sus ombligos, los cuales son vulnerables a infecciones.
Posteriormente, y con un tamaño en promedio de 26 centímetros, fueron movilizados al Centro de Atención de Fauna Silvestre -CAFVS de CORPAMAG, para ser cuidados y terminar su desarrollo en condiciones protegidas y libres de depredadores, para luego devolverlos a su hábitat una vez dupliquen este tamaño. Para su posterior monitoreo los individuos de esta camada son marcados con un chip de implantación sub dérmico y con un corte numerado de las escamas de la cresta caudal simple.
En el Centro de Atención de Fauna estos pequeños recién nacidos serán atendidos con los mejores cuidados con el propósito de asegurar su crecimiento y estado de salud para ser devueltos al mismo sitio de su procedencia, una de las madreviejas con manglar del borde costero que le brindan refugio y alimento, actuando como sala cuna de esta y muchas especies.