Un operativo conjunto de la Alcaldía de Santa Marta y el DADSA inspeccionó restaurantes del balneario turístico, verificó trampas de grasa y certificados de disposición de aceite usado, y reforzó la apuesta de sostenibilidad del plan “Santa Marta 500 +”.
Control Ambiental en El Rodadero protagonizo la jornada sorpresa que encabezó la administración del alcalde Carlos Pinedo Cuello para blindar los ecosistemas marino‑costeros y la economía turística de Santa Marta.
Inspectores del Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental (DADSA) ingresaron uno a uno a los establecimientos gastronómicos más concurridos del balneario. Revisaron trampas de grasa, certificados de limpieza y el registro oficial como generadores de ACU, requisito que obliga a entregar el residuo a gestores autorizados.
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La autoridad recordó que verter aceite de cocina directamente al alcantarillado “genera taponamientos, deteriora la infraestructura y contamina las aguas”. Por ello, los restaurantes deben almacenar el líquido en contenedores herméticos y entregarlo a empresas avaladas, so pena de sanciones económicas.

Turismo y sostenibilidad de la mano
El operativo se enmarca en el plan “Santa Marta 500 +”, eje de gobierno que, además de festejar el medio milenio de la ciudad en 2025, prioriza la gestión integral de residuos y la protección de ecosistemas marino‑costeros.
“La protección del mar, los suelos y el bienestar de los samarios es prioridad. No bajaremos la guardia”, reiteró el alcalde Pinedo Cuello.
La Alcaldía anunció nuevos controles aleatorios en temporada alta y capacitaciones sobre economía circular para dueños de restaurantes. También se fortalecerá el banco distrital de datos de generadores de ACU, con el fin de rastrear cada litro de residuo hasta su disposición final.

