Los mamos continúan buscando los mecanismos para reconstruir la armonía en su comunidad.
Desde que Zarwawiko Torres Torres, fue elegido como cabildo gobernador del pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada, no han parado de llover las quejas y denuncias en su contra por parte de diferentes sectores de la misma comunidad.
Desde el 24 de septiembre, día en que se posesionó oficialmente en el municipio de Pueblo Bello, Cesar, con la participación de tan solo 19 asentamientos de los 60 que componen el colectivo indígena, el pueblo Arhuaco se dividió y se enfrentó en repetidas ocasiones.
De acuerdo con los mamos de esta comunidad, que se reunió este viernes en la capital indígena de Nabusimake, en ese entonces no hubo quorum para deliberar y, adicionalmente, dos de los asistentes fueron obligados a firmar el acta de elección, lo que deslegitima la elección.
“Para la realización de la Asamblea, no se tuvo en cuenta el mandato de los mamos, sin embargo, el Ministerio del Interior le entregó el aval a la nueva directiva de Zarwawiko y lo corroboró en diciembre del 2022”, señalaron los hermanos mayores.
Además, indicaron que, los diálogos con la fracción de indígenas que lidera Zarwawiko Torres, no se ha podido desarrollar porque el líder decidió abandonar la mesa de concertación, lo que impide que se llegue a un consenso.
“No hemos podido encontrar la unidad de nuestros pueblos, por eso pedimos al Gobierno Nacional que se nos den las garantías para mantenernos en Nabusimake, hasta lograr nuestros objetivos”, dijo el hermano mayor Luis Salcedo.
Todo lo anterior, es hecho según los mamos, para que las próximas generaciones no pierdan la identidad. “Esperaremos a que la otra parte se reporte, no somos enemigos, solo tenemos algunas diferencias”.
Por todo lo anterior, el pueblo Arhuaco invita al Gobierno Nacional a continuar mediando para lograr sentar a todas las partes en las mesas de diálogo.
Otros problemas que envuelven a Zarwawiko Torres
En diciembre del 2020, un colectivo de mujeres arhuacas de la Sierra Nevada de Santa Marta, denunció al cabildo gobernador por presunto abuso sexual contra niños y niñas de la etnia.
Entre sus supuestas víctimas, estaría su hermana, violación que habría generado una relación incestuosa que tuvo como fruto un hijo.
Por otra parte, Torres Torres también es señalado de violentar y maltratar a los miembros de la directiva general. Asimismo, fue acusado del traslado y encarcelamiento en Nabusímake de dos de los miembros de dicha junta, sin un juicio previo.