A las 9 de la mañana se definirá cuál de las dos propuesta será aprobada para favorecer a los universitarios.
Este viernes será un día crucial para el futuro académico y financiero de la Universidad del Magdalena: Se reúne el Consejo Superior para escoger el camino que se tomará a través de las propuestas que existen para declarar el beneficio que se decretará en la matrícula del próximo semestre estudiantil.
Será a las 9:00 de la mañana cuando los consejeros superiores a través de la plataforma virtual Zoom harán el debate final para poner en marcha las nuevas medidas que acogerán a la comunidad universitaria.
En la mesa hay dos propuestas: Una que llega desde la Gobernación del Magdalena y la otra de la Rectoría de la universidad, ambas buscan favorecer en un alto grado a la población estudiantil pero con argumentos distintos, basados en las necesidades de los estudiantes, pero también en el sostenimiento de la institución.
Por un lado, los miembros del Consejo Superior tienen la iniciativa lanzada por el gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo Omar, que consiste en la creación de un fondo de gratuidad que financie el 100% de la matrícula del semestre 2020-II para los estudiantes de estratos 1,2 y 3, pero que el costo y riesgo de dicho programa sea asumido directamente por la institución, dejando a un lado rubros destinados para otras necesidades que van ligadas a la excelencia y la acreditación académica.
De otra parte, con el claro propósito de avanzar hacia un modelo educativo incluyente y solidario con la situación que viven las comunidades por la pandemia, el rector de la Universidad del Magdalena, pondrá en la mesa ante el consejo superior, una propuesta que él mismo define como sólida y viable financieramente de reducir en un 50% los costos de matrículas para el siguiente periodo académico.
Sin embargo la tesis de Vera Salazar también está sustentada en que se asumirían riesgos, pero el camino sería sostenible para no entrar en una crisis financiera dentro de la universidad. El Rector habla de esfuerzos institucionales en recorte de inversión, austeridad y reducción de gastos de funcionamiento que llevan a Unimagdalena a un valor máximo de recursos que se puede trasladar para beneficio del estudiantado sin vulnerar la sostenibilidad de la Institución.
CAICEDO PROPONE QUE EL GASTO SEA DE LA UNIVERSIDAD
De acuerdo con Carlos Caicedo, el 99% de los 18.650 estudiantes de la institución pertenecen a estratos vulnerables, y el propósito es crear mecanismos de apoyo para prevenir la deserción académica.
Para constituir el Fondo, el Proyecto de Acuerdo que lidera el gobernador incluye la disposición de $3.500 millones desde las arcas departamentales para 2020 y otros $3.500 millones para 2021. El resto de los recursos provendrían de reorientar rubros de la universidad que, por efecto del Estado de Emergencia, no se ejecutarían o no se considerarían de orden prioritario.
Según la Administración Departamental, el esfuerzo conjunto entre universidad y gobernación permitiría asumir el 100% de esas matrículas y para ello, los rubros que propone reorientar son: mantenimiento y reparaciones, con un saldo de $343.810.919 millones; primas técnicas, con un saldo de $343.810.919; mantenimiento y reparaciones, que presenta un saldo de $936.912.537 millones; tiquetes, con un saldo de $591.966.401 millones; viáticos, desplazamientos y hospedajes, con un saldo de $1.376.843.704 millones; avisos y publicaciones, con un saldo de $ 197.464.678 millones; servicio de impresión, con un saldo de $ 290.264.072 millones; el Fondo de inversiones en infraestructura y dotación, con un saldo de $5.941.938.440 millones; el Plan de Compras de activos fijos, con un saldo de $ 130.668.662; y otras inversiones, con un saldo de $ 3.191.553.185 millones, entre otros.
ESTUDIANTES, DOCENTES Y CONSEJO ACADÉMICO ESTÁN CON VERA
Como en todo debate hay posiciones y todo parece indicar que las balanzas están del lado del Rector, sin embargo, solo a través de las ‘pantallitas’ de la plataforma en la que se dará la sesión, se conocerá el desenlace de esta nueva batalla que parece una ‘guerra fría’ de propuestas y academia.
En los pasillos o mejor los corredores de las redes sociales, la comunidad académica se ha apersonado del tema y ha mostrado su posición ante las propuestas.
Y es que la mayoría ha confiado en que la mejor forma de empezar el camino a la gratuidad es como lo plantea el ingeniero Vera Salazar que indica que habría que separar recursos que se pueden trasladar para beneficio del estudiantado sin vulnerar la sostenibilidad de la Institución, que suma $6.803.172.263 y teniendo en cuenta que para el actual plan de gobierno ‘La Gente Es Primero’, se distribuiría el importante ahorro de la siguiente forma: reducción del 50% del costo de las matrículas en pregrado presencial ($4.615.550.700) y en pregrado a distancia ($1.384.990.000); y una disminución del 25% del valor de las matrículas de postgrado ($802.631.563).
Cabe destacar que, la propuesta en mención, incluye a los estudiantes de todos los estratos, teniendo en cuenta que la crisis sanitaria actual por el Covid-19 ha afectado no solo a los estratos 1, 2 y 3 y sin estrato, sino a todos.
Por su parte, el planteamiento del Rector, no repercute en recursos de inversión de FonCiencias (priorizando investigaciones sobre la pandemia), así como tampoco afecta las ayudantías a estudiantes, las prácticas de laboratorio, entre otras inversiones que siguen siendo relevantes.
En su presentación, el Doctor Pablo Vera Salazar, señaló que, “nuestra proyección financiera sostenible nos permite trasladar el ahorro previsto poniendo la gente primero, para rebajar el 50% de la matrícula para todos los estudiantes de pregrado presencial y de distancia, y un descuento del 25% a los de postgrados. Aquí el esfuerzo debe ser conjunto, de todos, queremos avanzar hacia un modelo de matrícula mucho más solidario, más incluyente, pero, que no ponga en riesgo la financiación de la Universidad, ahora, si queremos cubrir ese otro 50%, alguien nos tiene que ayudar con eso, bienvenidos todos los que quieran aportar, pero esos aportes no pueden estar condicionados ni a coadministrar el presupuesto de la Universidad, ni mucho menos a vulnerarle su autonomía. Nosotros como Institución hemos venido haciendo estos esfuerzos, no de hoy, desde hace muchos años, nosotros no elevamos los niveles de matrícula, al contrario, los hemos bajado y estamos trabajando para bajarlos más aún. Son $12.676.622.900 de proyección del costo de matrícula pregrado 2020-II de los estratos 1,2,3 y sin estrato; y $1.385.406.455 de saldo en cartera 2020-I, necesitamos que alguien ayude con eso”.
Solo hasta cuando las ‘pantallitas se iluminen’ y se vean las caras de los protagonistas que estarán cámara a cámara debatiendo la propuesta, se conocerá la decisión del Consejo Superior en esta guerra fría por la academia.
