Escenarios deportivos, una nueva plaza de mercado y renovación de los camellones de la Bahía y El Rodadero son algunas de las obras que engalanan el cumpleaños 497 de Santa Marta.
Por. Elianiris Bernal.
Santa Marta, conocida como ‘La Perla de América’, fue la primera ciudad fundada en Suramérica (1525) por el mismo sevillano que la descubrió en 1502, Rodrigo de Bastidas.
‘La magia de tenerlo todo’, como también le dicen, fue creciendo durante los tres primeros siglos y para 1725 ya contaba con varias calles que hoy conforman el Centro Histórico; para ese momento iniciaba desde la Plaza Mayor, sitio que hoy ocupa el edificio del Banco de la República: Calle de la Marina o de la Cruz (hoy No. 12).
Desde sus años de develamiento hasta sus 497 años, Santa Marta ha tenido un cambio evidente en cuanto a infraestructura.
Haciendo un viaje a la otrora, se pueden recordar lugares emblemáticos como el antiguo puente José Eduardo Gnecco más conocido como el puente de ‘La Araña’; en el cual se iniciaron trabajos de demolición un 20 de noviembre del 2009 por los daños que presentaba su estructura, pues se convertía en una amenaza latente para peatones y vehículos.
Otra de las infraestructuras representativas era en su momento el principal hotel de la ciudad, el ‘Palacio Tayrona’, que en el año 1975 se convirtió en el edificio oficial de la Gobernación del Departamento. La imponente construcción además de ser llamativa por su color blanco y la estructura colonial tiene una hermosa vista a la Bahía más hermosa de América.
Nuevas obras
Otra de las grandes obras con la que la cuenta actualmente la ciudad es el Sendero Peatonal del Ziruma, de 1,3km, el cual fue construido el 10 de Agosto del 2017 y está enfocado en dar soluciones para la seguridad de los deportistas y así incentivar a la cultura y al entretenimiento.
Consta con estaciones con circuitos activos, juegos biosaludables y puentes con miradores con vista hacia los paisajes y diferentes puntos de la ciudad.
Si hablamos de evolución debemos hacer mención al cambio extremo que tuvo el Mercado Público de Santa Marta, desde su infraestructura, hasta su organización.
Con la llega de la plaza, los comerciantes que estaban situados en las calles fueron reubicados; con la zona despejada empezaron los trabajos de embellecimiento de este lugar frecuentado por toda la población samaria.
Los más pequeños de la samaria también se han incluido en estos cambios, pues la red de Parques de la Equidad y la Alegría fue pensada para ofrecer espacios de bienestar a los menores y recuperar unos sitios abandonados, convertidos en focos de inseguridad.
La cultura también tuvo su protagonismo en la evolución de la ciudad, pues el emblemático Teatro de Santa Marta, considerado un bien de interés cultural del ámbito nacional fue reestructurado. Ahora cuenta con una sala principal con aforo de 880 sillas.
De igual manera, el escenario cultural tiene actualización tecnológica con equipos especializados para la caja escénica, luces, sonido, ascensores para personas con movilidad reducida y el mejoramiento espacial para garantizar la seguridad y las condiciones requeridas para el público y los artistas.
Los balnearios, los escenarios de preferencia por los Turistas, también fueron reformados. Para esto se realizaron las construcciones de los dos camellones, el de la “Bahía más linda de América” y el del sector de El Rodadero que fueron entregados y terminados en su totalidad.
Estos son algunos de los cambios que están en la memoria de los samarios y hoy en su cumpleaños número 497, viven agradecidos por no dejar que Santa Marta quede en la “tierra del olvido”, como dice una de las canciones del cantante samario Carlos vives.