La agresora sintió que la puerta de cuarto se abría y decidió tomar un arma.
Hannah Jones, de 18 años, llegó de sorpresa a la casa de su madre, en Girard (EE. UU.), y ella, con un revólver calibre 38, le disparó a lo que ella creyó que era un intruso y segundos después se dio cuenta de que se trataba de su hija.
El novio de Hannah presenció lo ocurrido y fue él quien llamó a emergencias a pedir ayuda, pues su suegra estaba en ‘shock’. El joven le contó lo ocurrido a la persona que lo atendió y manifestó que su pareja tenía un sangrado que lucía “bastante mal”.
Hanna fue trasladada de inmediato a un hospital, a donde llegó con una herida en la parte superior del brazo derecho. Poco tiempo después, le dieron el alta médica, y ahora ella se encuentra recuperándose en casa.