La Alcaldía Distrital había anunciado que la obra iba hacer entregada a finales de marzo del año 2018, después de estar en un avance del 85%, pero hasta la fecha los moradores del sector están en incertidumbre porque al proyecto se le realizó un “otro sí”.
El Gobierno Distrital coloquialmente se metió en “camisa de once varas”; prometió a los adultos mayores zonas de recreación, gimnasio, sala de enfermería y comedor, las cuales no han sido entregadas.
A raíz de estas anomalías, ha sido imposible apostarle a la estimulación de procesos cognitivos y afectivos en los adultos mayores, siendo esta población de especial protección estatal.
Debido a la falta del espacio, a los residentes de la Localidad 2 se les ocurrió un “plan B”, decidieron por iniciativa propia coordinar Clubes de Vida, para fomentar la productividad en los ancianos.
Los moradores del barrio Bastidas y María Cristina esperan que aproximadamente 3000 adultos mayores reciban bienestar físico, psicológico y social.
VERSIÓN DE LÍDERES
Juan Vargas, presidente de la Junta de Acción comunal del barrio Bastidas argumenta que se inició la construcción de la infraestructura en el mes de marzo del 2017.
La obra debió ser entregada el mismo año, pero no se cumplió con el plazo establecido, ya que la Alcaldía Distrital adicionó un segundo contrato con valor de 2800 millones de pesos, por razones que se desconocen.
Nobiles Carbacas, presidente del comité de Veeduría firmó un acta el 15 de septiembre del 2017, en esa oportunidad estuvieron en el sector haciendo presencia funcionarios de infraestructura.
El avance de la obra en dicho momento fue de un 60%, para hacer entregada en noviembre del año 2017, pero ha pasado un año y no son conocidos los argumentos por los cuales no se entrega.
FALTA DE VALLA CONTRACTUAL
SANTA MARTA AL DÍA confirmó la no existencia de la valla publicitaria en los alrededores de la obra. Efectivamente se está violando la normatividad de contratación estatal en la ejecución del proyecto.
La ausencia de la estructura metálica deja en evidencia la falta de conocimiento de en miembros de la comunidad sobre la inversión económica que se hizo en el Centro de Vida del Adulto Mayor.
Esto ha generado generado una transgresión al principio de publicidad, elemento esencial para prodigar seguridad jurídica a la sociedad samaria.
El clima de duda e intranquilidad crece, y la garantía de los derechos fundamentales de los abuelos se convierten entre el juego del gato y el ratón.