Por esta situación, a diario crece el descontento entre los familiares de las víctimas de la tragedia de Tasajeras.
A diario crece el descontento de los familiares de las víctimas de la tragedia de Tasajera, porque las clínicas demoran para entregar los cadáveres y cuando lo hacen, ya se encuentran en avanzado estado de descomposición, por lo que de una vez pasan para el cementerio, para ser sepultados por los malos olores.
Esta situación reiterativa por parte de las clínicas, especialmente algunas de Barranquilla, ha generalizado el descontento de los familiares de los quemados de la tragedia del 6 de julio en el kilómetro 34 de la Troncal del Caribe, tramo Ciénaga a Barranquilla, donde por causas aún confusas, se volcó y explotó un camión cisterna cargado de gasolina cuando era objeto de saqueo. A la fecha suman 41 muertos.
Los deudos han solicitado a las autoridades de salud y administrativas del Atlántico, Magdalena y el Municipio de Puebloviejo, intervenir para evitar problemas graves de salud, máxime en estos tiempos cuando se encuentra en todo su furor el encerramiento de la gente por la pandemia por efecto del Covid-19, que cada día cobra más muertos en la región, el país y el mundo.
“Nosotros y otros familiares de víctimas de la explosión en Tasajera que murieron en clínicas de Barranquilla estamos denunciando, que los cuerpos los están entregando en avanzado estado de descomposición”, denunció John Haider Gutiérrez, pescador de Tasajera y tío de uno de los muertos, al ser consultado vía celular.
Dijo que ayer sepultaron a Luis Gutiérrez González, un joven de 22 años que murió el domingo pasado en la Reina Catalina, y según sus familiares, los fuertes hedores generaron una gran contaminación en inmediaciones del cementerio.
Sin afirmarlo advirtió que, al parecer esos centros clínicos donde fueron llevado los quemados y los que fallecieron durante el tratamiento, no tienen en cuartos de conservación y por eso se la descomposición de la materia de manera rápida, lo que se constituye en un foco de infección y epidemia para los mismos internos y para los visitantes.
“Ante esta situación los muertos, sin que se le pueda hacer una misa o un rosario, pasan de inmediato para el camposanto, porque los malos olores a pesar de que se encuentran embalados, son insoportables”, sostuvo a su turno Ernesto López Fontalvo dirigente comunitario de esa localidad a orilla de la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Anunciaron una reunión en las próximas horas con el alcalde de Puebloviejo Fabián Ospino Borja, el gobernador del Magdalena Carlos Caicedo Omar y el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo Heins, para que intercedan antes esas clínicas para que entreguen oportunamente los cadáveres, para darles cristiana sepultura como debe ser.
