La alcaldesa encargada de Ciénaga, Lourdes Peña del Valle, presidió la delegación que se reunió con el viceministro de Agua, José Luis Acero y el senador Fabián Castillo Suárez, en las instalaciones del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, en la capital del país, donde se dejó conocer de manera oficial la posición del ente territorial que dijo recoger el querer comunitario.
La mandataria encargada presentó en nombre de todos los cienagueros, las objeciones al proyecto de captación de agua de los ríos Córdoba y Toribio, el cual busca proveer del preciado líquido a la ciudad de Santa Marta.
Entre los argumentos planteados por el Gobierno Ciénaga, se encuentran: el bajo caudal del afluente, la intervención de la línea negra o zona sagrada de los resguardos indígenas; y las imprecisiones de los estudios adelantados por la Universidad de los Andes.
Peña del Valle también hace entrega del documento elaborado por el ingeniero hidráulico, Roberto Montiel Rodríguez, en donde se describen los pormenores de la posición que asume el municipio de Ciénaga en virtud de la real disponibilidad del recurso hídrico de las cuencas de ambos entes territoriales.
Hay que recordar que el proyecto genera preocupación en la comunidad del municipio de Ciénaga, la cual considera será la gran perjudicada con su ejecución, pues pone en riesgo el suministro del recurso hídrico para esa población. A partir de ahí, se tiene previsto manifestaciones de rechazo contra esta iniciativa del Gobierno.
Por estos días los debates que se han dado en el municipio de Ciénaga, entre quienes están en acuerdo o en desacuerdo con la captación del agua de los ríos Toribio y Córdoba para el sistema de acueducto de Santa Marta.
Esas controversias se han dado formalmente en el Concejo Municipal de la vecina localidad, como también en las esquinas de esa población y en la misma capital del Magdalena.
SOBRE EL PROYECTO
El proyecto, como está concebido, demanda una inversión de 600 mil millones de pesos, para lo cual la Nación aportará unos $200 mil millones de vigencias futuras con cargo al presupuesto del 2019. El resto será financiado por el Distrito y el sector privado. La ejecución de la obra tomaría entre 24 y 36 meses.
De esa manera la ciudad aseguraría los 1.300 litros de agua por segundo que requiere con urgencia.