El gremio de pescadores dio a conocer videos donde se observan botes llenos de estas pequeñas crías que luego son vendidas en grandes cantidades a los criaderos ilegales ubicados en el corregimiento de Tasajera.
Una grave denuncia fue elevada por parte del Comité de Pescadores de Tasajera (Copemar) y la Federación Departamental de Pescadores, quienes aseguran que la pesca indiscriminada de alevines en la Ciénaga Gran de Santa Marta -CGSM- está empezando a generar un impacto negativo en este ecosistema y en la convivencia social del gremio.
Señalan que la nueva mortandad es provocada por la colonización de un personal de otras regiones que llega al territorio para este negocio. La fauna no puede cumplir su ciclo natural por la existencia de los criaderos ilegales ubicados en el corregimiento de Tasajera.
Enrique Maldonado Lara, representante de ambas organizaciones dio a conocer unos videos en donde se observan unos botes llenos de estas crías pequeñas, las cuales según él son vendidas en grandes cantidades a los criaderos clandestinos.
“Estamos viendo que en el futuro puede haber un posible enfrentamiento entre nosotros como comunidad pesquera, que es lo que no queremos, ya que en su momento se lo puse en conocimiento al Ministerio de Ambiente, y hasta hoy no hemos obtenido resultados ni respuesta de ninguna índole. La problemática radica en la extracción indiscriminada de alevines de lisa. Eso viene sucediendo desde hace dos años para acá, prueba de ello es que la vigencia pasada no hubo lisa para pescar y enviar a las ciudades grandes, y este año vamos en las mismas condiciones”, manifestó Maldonado.
El líder detalló, que los dueños de los sitios clandestinos, se han dedicado a comprar los baldes de estos embriones por $5.000 pesos para alimentar sábalos en cautiverio, que es otra especie que se aproxima a la extinción.
De acuerdo con la versión de los miembros de Copemar en el complejo lagunar no se consiguen estos peces porque se han dedicado a pescarlos y llevarlos a los criaderos aledañas.
“No tenemos autoridad ambiental que venga y haga el control de esta situación aquí en el territorio. Si a nivel local no hemos encontrado el apoyo necesario, ya hay que pegar el grito en el cielo para que trascienda. Repito, queremos evitar que esto se convierta en posibles enfrentamientos, porque eso sí sería deshonroso. Pido el apoyo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) porque muchos niños se dedican a esta práctica ilegal”, agrega Enrique Maldonado.
El gremio de pescadores censados y reconocidos por su actividad artesanal, insiste que la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) supo de esta denuncia, pero no tomó las medidas que urgían en el momento, tampoco hubo sanciones ejemplarizantes, lo que terminó repercutiendo en la repetición de esta práctica.
Maldonado finalizó asegurando que hizo la respectiva denuncia a la Policía Ambiental, y ellos “vieron, comprobaron y el desorden siguió, por eso hoy en la Ciénaga Grande de Santa Marta, no hay lisa. El daño empieza con la construcción de los criaderos y termina acabando con los peces nativos de la zona”.