El edificio arquitectónico fue construido en el siglo XVIII por solicitud de la corona española tras las afectaciones del terremoto de 1750 a la iglesia mayor de la época.
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural en sesión de este 15 de diciembre declaró a la catedral Basílica Menor de Santa Marta como bien de interés cultural del ámbito nacional y pasa a integrar los más de 1.100 inmuebles con esta categoría en el país.
Este patrimonio arquitectónico ya gozaba de una protección similar de acuerdo con el artículo 4 de la Ley 163 de 1959 “por la cual se dictan medidas sobre defensa y conservación del patrimonio histórico, artístico y monumentos públicos de la Nación”, donde se declara el centro histórico de la ciudad y otros 13 centros históricos más en Colombia, incluidos inmuebles, casas y construcciones históricas.
Para Álvaro Ospino Valiente, arquitecto y director de la Academia de Historia del Magdalena, este acontecimiento se enmarca en la gestión de la Dirección del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura tras lo señalado por la Ley 2058 con la cual la nación se suma a la celebración de los 500 años de la fundación de la ciudad.
“Era una declaratoria genérica por estar en el contexto histórico y ahora es de manera puntual al inmueble, el mejor ejemplo heredado de nuestra historia española y máximo representante de la arquitectura colonial”, dijo el historiador.
Esta declaratoria se explica como el acto administrativo mediante el cual las autoridades competentes determinan que un bien o manifestación del patrimonio queda cobijado por el Régimen Especial de Protección contemplado en la Ley.
“El bien debe contener todos o algunos de valores de orden histórico, estético o simbólico, los cuales contendrán los criterios de valoración que se basan en la antigüedad, autenticidad, constitución, forma, estado de conservación, contexto ambiental, contexto urbano, contexto físico, representatividad y contextualización sociocultural del mismo”, explicó Ospino.
La Catedral tuvo tres etapas de trabajos: 1766, 1785 y 1794. El 8 de diciembre de 1766, día de la Inmaculada Concepción se colocó la primera piedra, la construcción fue progresiva por los pocos recursos decretados por la corona española y en julio de 1794 el gobernador de la provincia de Santa Marta hizo entrega de la obra.