Un nuevo caso de corrupción involucra a miembros del Ejército Nacional, de acuerdo con información suministrada por la Fiscalía General de la Nación militares habrían colaborado activamente con guerrilleros en tareas de transporte, logística y suministro de armamento.
La investigación señala que la participación de los uniformados permitió el traslado de un grupo de milicianos desde el departamento del Cauca hasta Arauca, donde atravesaron controles oficiales sin complicaciones durante 1.183 kilómetros.
En los vehículos particulares transportaban un arsenal compuesto por 36 minas improvisadas, 42 bombas de mortero y 50 cananas de cartuchos, además de reclutas que estaban recién entrenados.
José Duvan Hernández, uno de los milicianos que decidió colaborar con la justicia mencionó que “nos tomamos unas cervezas. Todos siete, que éramos los cinco guerrilleros y los dos choferes que eran soldados. Ellos pagaron todo”, testimonio que dió a conocer por Caracol Radio y que evidencia la relación cercana entre los uniformados y los milicianos.
Entre las pruebas está la solicitud realizada por alias Antonio Medina a Dionisio Rayo, segundo al mando del Bloque Occidental Jacobo Arenas, pidiendo hombres para reforzar posiciones en Casanare: “Ayúdeme con un refuerzo de unos 8 o 10. No necesito más. Es para mantener el área en el Casanare. Como me tocó venirme para Arauca y usted sabe que yo tengo poquitos. Somos 30” este fue el requerimiento que se presentó en una de las conversaciones.
Dionisio Rayo dió respuesta confirmando que enviaría el apoyo necesario: “Estamos enviando un Loque (sic) móvil para el Meta. Son 300 unidades con todo y por eso la demora. Apenas terminemos de enviarle ese apoyo al camarada le enviamos los suyos, tranquilo”.
En diciembre de 2024 durante una operación militar en zona rural de Tame, Arauca, se incautaron 15 teléfonos celulares, cuatro USB y una Tablet que pertenecían a cabecillas como alias Antonio Medina y Ruso.
Al analizar los dispositivos permitió que la Fiscalía reconstruyera comunicaciones que fortalecerían el aparato criminal de las disidencias en Meta, Casanare y Arauca, con el apoyo de elementos del propio Ejército.
Por ende, se confirmó que el traslado de los guerrilleros y el cargamento explosivo fue planeado y ejecutado por Otoniel Forero Mosquera, alias El gallero, presuntamente encargado de las finanzas de la estructura y hermano de alias Ruso, junto con John Alexander Ortiz, apodado El ingeniero, quien habría coordinado la distribución de armas y la logística.
Según la Fiscal Ángela María Santana: “hablan de cómo van a cuadrar los vehículos, desde dónde van a salir y cómo van a generarse los pagos”, y en los registros de chat incluyen una solicitud de 10 millones de pesos para viáticos de traslado.
Hernández agregó más detalles y mencionó que durante el trayecto uno de los conductores se identificó como soldado profesional de un batallón de Arauca y que pudo solicitarle una llamada al uniformado para contactarse con su madre.
La fiscal Santana mencionó que “pudimos verificar que esa llamada existió y la temporalidad coincide con el transporte de los milicianos”, lo que refuerza la credibilidad de su testimonio: “a un testigo no se le cree por lo que dice, a un testigo se le cree por lo que se puede corroborar y sí hubo ese desplazamiento desde el 14 al 19 de noviembre de 2024”.
Está caso pone en riesgo la seguridad y la confianza en la fuerza pública, confirmando ma presencia de redes de complicidad entre miembros de la fuerza pública y grupos ilegales, especialmente en regiones como Meta, Casanare y Cauca.
La investigación que está liderada por la Unidad Investigativa de Caracol Radio en coordinación con la Fiscalía, continua en busca de delimitar responsabilidades y frenar las alianzas que permiten el avance de estructuras criminales en Colombia.
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