El intendente de Policía, Alberto Fabio Páez, permanece en delicado estado de salud en una clínica en Valledupar.
Con medida de aseguramiento en centro carcelario fue cobijada por el Juzgado Segundo Penal de Valledupar, con funciones de control de garantías, Deisy Espitia Guerra, de 42 años, señalada de apuñalar y quemar con agua caliente a su esposo, el intendente jefe de la Policía, Alberto Fabio Páez, quien permanece en delicado estado de salud en una clínica en esta capital.
La mujer aprovechó que su esposo estaba dormido para lanzarle el agua caliente, afectándoles las piernas, y atacarlo con cuchillo, causándole dos heridas en el cuello, una en el tórax y otra en el antebrazo izquierdo.
Tras quedar gravemente lesionado, el intendente Páez llamó a una patrulla de la Policía para que atendiera su caso, siendo la misma mujer la que le abrió la puerta a los uniformados y los dejó entrar, encontrando al suboficial con las lesiones de consideración, trasladándolo a un centro asistencial.
“Al ingresar observaron sangre por todas partes de la casa y vieron al intendente Alberto Páez lesionado, presentando heridas con arma corto punzante. Él manifestó que su esposa, la señora Deisy, lo había herido en distintas ocasiones mientras dormía”, indicó el fiscal del caso.
Precisó que la víctima presenta quemaduras de primer y segundo grado con presencia de ampollas y al parecer producido por agua caliente que le echó. Tiene un dictamen provisional de incapacidad de tres meses, y está grave de salud.
El intendente Páez manifestó que su esposa le había causado las heridas, por lo que fue detenida y dejada a disposición de la unidad de reacción inmediata de la Fiscalía, que la presentó ante el despacho judicial, que determinó enviarla a prisión como presunta responsable de homicidio agravado en grado de tentativa.
De acuerdo con la investigación, Deisy Espitia y su esposo venían sosteniendo desde hace algunos días discusiones.
“Yo desde el domingo venía pasando por situaciones donde no comía, no dormía por cosas que él me estaba haciendo y que me estaban afectando demasiado, lloraba, no comía ni me bañaba. Él me lastimó y yo lo lastimé más en defensa”, aseguró Espitia.