Luego de ser deportado de EE. UU. y pagar seis años de los 13 de condena por narcotráfico y ayudar a grupos de Autodefensas para enviar cocaína a ese país y prestar ayuda a una organización terrorista internacional, el general retirado de la Policía, Mauricio Santoyo, fue capturado apenas llegó a Colombia por participar en la presunta desaparición de dos defensores de derechos humanos en Medellín.
El delito se cometió entre 1997 y 2001 y fueron identificados como Claudia Patricia Monsalve Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa, quienes integraban las Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos, Asfades.
“Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos encontró indicios que vincularían al comandante de la mencionada unidad para la fecha, el entonces coronel Mauricio Alfonso Santoyo Velasco, en la desaparición de los dos defensores de derechos humanos y dispuso la captura del oficial en retiro”, informó el ente investigador.
Las dos personas, según la Fiscalía, fueron reportadas como desaparecidas el 6 de octubre de 2000 en la Avenida La Playa, centro de Medellín.
En Justicia y Paz, varios postulados confesaron que para perpetrar este crimen actuaron en complicidad con el Gaula, que para la época era comandado por Santoyo.