Habían dejado de asistir a algunos sectores ante las pretensiones de delincuentes.
Este jueves en el almuerzo en la casa de Jesús en San Pablo no faltará la Coca-Cola. Todo después que varios días en los que se había presentado una escasez del producto luego que los distribuidores denunciaran ser víctimas de extorsiones.
Cómo medida para que los camiones de reparto de la empresa Coca-Cola en Santa Marta volvieran a llegar a algunos barrios, como la tienda de doña Pola en María Eugenia y el estadero donde se sienta los viernes Manuelito en el sur de Santa Marta, las empresas distribuidoras dispusieron de escoltas para al realizar sus entregas en diferentes zonas del Distrito.
Se conoció que, se toma como medidas para atender la situación en la que que se han visto afectado los transportadores.
Los conductores como Plinio quien lleva su producto al sur de la ciudad, son acompañados por miembros de una empresa de seguridad privada, quienes supervisan el proceso de entrega, garantizando así la integridad de los trabajadores y de la mercancía.
En las últimas semanas, los empleados de Coca-Cola y sus vehículos de reparto han sido escoltados en zonas específicas donde se han registrado intimidaciones a los conductores.
Sin embargo, la situación también ha generado preocupación entre algunos residentes, quienes consideran que la necesidad de escolta para actividades de entrega cotidiana refleja el deterioro de la seguridad en Santa Marta.
Las autoridades sobre el tema confirmaron que se atenderá esta denuncia que han lanzado las empresas.