La electrificación fotovoltaica y otros proyectos han quedado solo en promesas.
“Las paredes de las casas se están desboronando como si fueran galleta”, así describe la líder Dora Garizabal la crisis por la decidía y el olvido que vive Bocas de Aracataca, uno de los pueblos palafitos de la Ciénaga Grande de Santa Marta, ubicada en el norte del departamento del Magdalena.
Según Garizabal, todas las promesas que les han hecho los gobernantes han sido incumplidas. La más reciente y en la que guardaban muchas esperanzas es la electrificación fotovoltaica, proyecto que inició, pero se quedó estancado.
“No tenemos ni idea que sucedió, una vez más nos engañaron y nos abanderaron. Ya estaban haciendo algunos trabajos y colocado las baterías, pero de un momento a otro todo se paralizó y los responsables no aparece”; contó.
La líder ve con preocupación está pausa prolongada de la fotovoltaica, y argumentó que José Olivella un líder que era el encargado le dejó de contestar el teléfono, al igual que alcalde de Aracataca, Luis Emilio Correa.
“El señor Olivella me paga el celular, él y el Alcalde se nos están escondiendo, y eso no es una buena señal. Yo pienso que por respeto ellos nos deben informar que fue lo que pasó y que hay que hacer, porque nos ilusionaron, dijeron que en diciembre ya íbamos a poder tener luces de navidad, pero nada seguiremos en la penumbra”, detalló.
A lo anterior, se suman los estragos de causados por las lluvias y una sedimentación en la entrada a Bocas de Aracataca la cual, según ella, para finales de año los dejará incomunicados.
“Se ha metido la ola invernal, estamos angustiados. El sedimento que se ha generado en menos de un mes nos dejará sin entrada y sin salida, necesitamos ayuda urgente, tenemos una fuerte crisis. Bocas se encuentra en estado intensivo”, explicó.
Dora Garizabal, al igual que los demás habitantes de Bocas de Aracataca ven con tristeza que hasta la fecha no han recibido una sola visita o ayuda en los gobiernos, “no ha llegado nadie, no hay pescado, tenemos que sobrevivir como podamos”, agrega.
En medio del abandono estatal, los habitantes de este pueblo palafito, esperan que el olvido termine que se concluya el proyecto de la electrificación fotovoltaica, lo cual le daría un nuevo aliento de vida a esta comunidad.
“Hay mucha falta de oportunidades para los nativos de los Palafitos, no hay un respaldo. Nosotros los mayores estamos desilusionado, y para los menores es peor. Ojalá, que hagan algo por nosotros y no abandonen a las nuevas generaciones”, finalizó.