La muerte del ex presidente Belisario Betancur, generó recuerdos trágicos de la historia colombiana en muchas personas. El holocausto del Palacio de Justicia, la tragedia de Armero en el Tolima y la muerte de Rodrigo Lara.
Sin embargo el ex jefe de estado, también estuvo ligado a la lucha incansable por la paz. Y es ahí donde la música vallenata hizo gala y homenaje en 1985 a través de Diomedes Díaz, su máxima figura.
La paz y la educación, fueron los temas principales en el tema ‘Camina’, con la que en 1985, Diomedes Díaz le cantó a la paz de Colombia. En esta canción, Diomedes promueve la paz en el contexto de las negociaciones de paz del presidente Belisario Betancur con las FARC.
En esta canción, también promueve la campaña ‘Camina’, la más grande campaña de alfabetización en la historia de Colombia.
El señor presidente de Colombia,
ha puesto mucho empeño por la paz
nosotros lo tenemos que ayudar
luchemo’ hermanos míos por conseguirla
recuerda que la unión hace la fuerza
y unidos viviremos en familia (Bis)
y una familia unida sí progresa
entonces Colombia enseña a Colombia (Bis)
para que en nuestra patria a mucha honra
no haya un colombiano analfabeta
CAMPAÑA CAMINA
Con la implementación de la Campaña de Instrucción Nacional, Camina, la TV educativa para adultos recobró su importancia en Colombia.
Durante el gobierno de Belisario Betancur, el Fondo de Capacitación Popular de Inravisión tuvo a su cargo la planeación, desarrollo y ejecución de programas de alfabetización, educación básica y otras actividades culturales y educativas no formales dirigidas a los adultos colombianos.
Como parte del ambicioso proyecto de educación a distancia que buscaba cerrar la brecha entre quienes podían acceder a la educación “de primera” y los demás colombianos, se diseñaron programas de televisión y cartillas complementarias para promover los aprendizajes entre los adultos de todo el país.
De acuerdo con cifras de la Campaña de Instrucción Nacional, a comienzos de los ochenta cerca de tres cuartos de la población no tenían acceso a la educación formal y casi 5 millones de colombianos eran analfabetas.
La idea era llevar al país hacia una “revolución educativa” y cambiar las ideas que hasta entonces obligaban a pensar en el alumno como el “receptor” y en el maestro como el “transmisor” de los conocimientos, para dejar de pensar en la enseñanza y favorecer el aprendizaje.