Las bandas criminales ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’ firmaron en la cárcel La Picota de Bogotá un acuerdo de paz urbana con el Gobierno Nacional, comprometiéndose a suspender homicidios, extorsiones y otras actividades ilícitasen Barranquilla y el Atlántico hasta enero de 2026. El pacto incluye desarme progresivo, salida de economías ilegales y programas de resocialización.
En un hecho sin precedentes, las bandas criminales ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’, protagonistas de una cruenta guerra por el control del crimen organizado en Barranquilla y el Atlántico, firmaron un acuerdo de paz urbana que busca suspender homicidios, extorsiones y demás actividades ilícitas hasta el 20 de enero de 2026.
El acuerdo fue sellado en la cárcel La Picota de Bogotá, donde se encuentran recluidos Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, máximo cabecilla de Los Costeños, y Digno Palomino, jefe de Los Pepes. Ambos estrecharon sus manos frente a la televisión pública en un gesto simbólico de tregua, en presencia de delegados de la Agencia Nacional de Inteligencia y funcionarios del Gobierno Nacional.
En el documento, los grupos señalaron que su decisión responde al llamado de la “paz total”, impulsado por el Ejecutivo:
“Nos anima el deseo de contribuir a la recuperación de la convivencia pacífica en Barranquilla, la ciudad que nos vio nacer, y de propiciar condiciones para que niños y jóvenes de nuestros barrios humildes tengan otra oportunidad en la vida y vivan en paz”.
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Barranquilla, en las últimas semanas se ha registrado una leve reducción en delitos como homicidio y extorsión, dos de los flagelos que por años han golpeado a comerciantes y habitantes del Caribe.
Sin embargo, la tregua no ha estado exenta de cuestionamientos. Sectores políticos han criticado la decisión de negociar con estas estructuras. La senadora Paloma Valencia afirmó: “Es una vergüenza que este país crea que la paz consiste en rogarle a la criminalidad”.
Los puntos del acuerdo
El compromiso firmado por Los Costeños y Los Pepes se estructura en cuatro ejes fundamentales: desarme progresivo de las organizaciones delincuenciales, prohibición del reclutamiento y uso de menores de edad en las bandas, transición de economías ilícitas hacia economías legales y sostenibles, proyectos de resocialización en los centros penitenciarios. Alias Castor leyó parte del pacto, asegurando que iniciarán la ruta para desactivar la violencia, reparar a las víctimas y someterse a la ley.
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El acuerdo, que tendrá vigencia hasta enero de 2026, representa un primer paso hacia un proceso de paz urbana en Barranquilla. No obstante, persiste la incertidumbre sobre su cumplimiento real y los mecanismos de verificación.
La ciudadanía permanece a la expectativa mientras las autoridades locales y nacionales avanzan en la implementación de la hoja de ruta, que podría definir el futuro de la seguridad en la capital del Atlántico.
