Durante las primeras 48 horas de vigencia del decreto, el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizó 3.859 nuevos focos de fuego.
Dos mil están concentrados en la región amazónica, agregó.
Desde enero hasta el 30 de agosto, Brasil registra 88.816 puntos de incendio, según el INPE, 51,9% de ellos en la selva tropical, una concentración que según especialistas es dramática y consecuencia directa del aumento de la deforestación.
Brasil atraviesa su temporada de sequía, pero expertos advierten que 2019 ha sido más húmedo que años anteriores y recuerdan que en la Amazonía no se producen incendios de forma natural, sino por acción humana.