La ciudadanía y las autoridades se encuentran en alerta máxima ante la escalada nacional que se vive en contra de los uniformados que hasta la fecha ha dejado 18 policías muertos en lo que se ha denominado un ‘Plan Pistola’.
Durante la noche del sábado 26 de abril, hombres armados atacaron con fusiles la Estación de Policía de Monterrubio, en Sabanas de San Ángel (Magdalena), sin dejar uniformados heridos. Horas antes, en El Retén, se presentó un intercambio de disparos entre policías y desconocidos, aunque los atacantes lograron escapar. Según el coronel Javier Duarte, comandante de la Policía en el Magdalena, se activó el plan de defensa, pero no hubo hostigamiento prolongado ni inconvenientes mayores.
La noche del domingo, en el corregimiento de Soplador (Zona Bananera), al menos nueve hombres armados perpetraron un hostigamiento contra la estación de Policía, generando momentos de pánico en la comunidad. La rápida reacción de los uniformados evitó víctimas, mientras audios difundidos en redes mostraban a los policías solicitando apoyo militar urgente para contener el ataque.
Estos hechos se suman a una serie de atentados recientes atribuidos al denominado ‘plan pistola’ del Clan del Golfo, que busca intimidar a la Fuerza Pública y recuperar el control de corredores estratégicos en el Caribe colombiano y otras regiones del país.
PREOCUPACIÓN NACIONAL
El país enfrenta una preocupante escalada de violencia contra la Fuerza Pública, luego de que el Ministerio de Defensa confirmara el asesinato de 18 uniformados —14 policías y 4 militares— entre el 15 y el 25 de abril en varias regiones. Los responsables serían integrantes del Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc lideradas por alias Iván Mordisco. Las víctimas fueron atacadas principalmente mientras se encontraban fuera de servicio, una acción que el Gobierno calificó como violación grave al Derecho Internacional Humanitario.
El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, advirtió que estos asesinatos siguen un patrón sistemático de sicariato y confirmó la existencia del denominado ‘plan pistola’. Durante la Semana Santa, seis policías y dos militares fueron asesinados bajo esta estrategia. Para enfrentar esta situación, el Gobierno anunció recompensas de hasta 200 millones de pesos por información que permita capturar a los autores materiales o evitar nuevos ataques.
