A medida que la transformación de las criptodivisas sigue su curso, pasando por ser una inversión especulativa a un “compañero de cartera equilibrado”, los gobiernos de todo el mundo siguen divididos sobre cómo regular esta clase de activos emergentes. A continuación, se desglosa el panorama actual de la regulación por región de este sector:
Estados Unidos
A pesar del gran número de usuarios y empresas de blockchain en esta región, aún no se ha desarrollado un claro marco regulatorio para esta clase de activos. La Comisión de Valores y Bolsa suele considerarlos como un valor, mientras que la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas denomina al Bitcoin como una materia prima, en el caso del Tesoro la llaman “moneda”.
Los intercambios de criptos entran en el ámbito de regulación de la Ley de Secreto Bancario (BSA) y deben registrarse en la Red de Ejecución de Delitos Financieros. También deben cumplir con las obligaciones de lucha contra el blanqueo de capitales y contra la financiación del terrorismo. Por otro lado, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) clasifica las criptos como propiedad, a efectos del impuesto federal sobre la renta.
En ese sentido, han surgido servicios que permiten conectar con plataformas confiables para comerciar con criptos. Los expertos de Pattern Trader analizan las subidas y bajadas del Bitcoin, además de brindarle un soporte las 24 horas del día.
Canadá
En general, los reguladores han adoptado una postura proactiva hacia las criptomonedas en Canadá. Se convirtió en el primer país en aprobar un ETF de Bitcoin en el primer trimestre del 2021. Además, los administradores de valores canadienses y otras organizaciones reguladoras, han aclarado que las plataformas de comercio de cripto deben registrarse con los reguladores provinciales.
Además, Canadá clasifica las empresas de criptoinversión como servicios monetarios y exige que se registren en el FINTRAC (Centro de Análisis de Transacciones Financieras e Informes de Canadá). Desde el punto de vista fiscal, en este país se trata a las criptodivisas de forma similar a otros productos básicos.
China
La potencia mundial emergente no clasifica las criptos como moneda de curso legal; sin embargo, se catalogan como propiedad a efectos de determinar las herencias. El Banco Popular de China prohíbe que las bolsas de criptodivisas operen en el país, afirmando que facilitan la financiación pública sin aprobación.
La mayor bolsa de criptomonedas del mundo se lanzó inicialmente en China, pero trasladó su sede a las Islas Caimán en 2017 tras las medidas enérgicas del país sobre la regulación de este sector. Además, el país asiático prohibió la minería de BTC en mayo del 2021, lo que obligó a muchos que se dedican a esta actividad a cerrar sus operaciones por completo o a trasladarse a jurisdicciones con un entorno normativo más favorable.
Unión Europea
La criptomoneda es legal en la mayor parte de la Unión Europea (UE), aunque la gobernanza del intercambio depende de cada estado miembro. Mientras tanto, la fiscalidad también varía según el país dentro de la UE, oscilando entre el 0% y el 50%.
En los últimos años, han entrado en vigor la Quinta y la Sexta Directivas de la UE contra el blanqueo de capitales, que endurecen las obligaciones y requisitos de información estándar. En septiembre de 2020, la Comisión Europea propuso el Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos, un marco que aumenta la protección de los consumidores, establece una conducta clara en el sector de las criptomonedas e introduce nuevos requisitos para la concesión de licencias.
Reino Unido
El Reino Unido considera las criptodivisas como una propiedad, pero no como moneda de curso legal. Además, los intercambios de criptodivisas deben registrarse en la FCA y se les prohíbe ofrecer operaciones con cripto-derivados.
Por otra parte, el organismo regulador ha introducido requisitos específicos para las criptos en relación con el conocimiento del cliente. Aunque los inversores siguen pagando el impuesto sobre las ganancias de capital, en cuanto a la renta obtenida del comercio de criptomonedas, la tributación depende de las actividades de criptografía realizadas y de quién participe en la operación.
Japón
El país del sol naciente adopta un enfoque progresivo de las regulaciones de las criptomonedas, reconociendo las criptomonedas como propiedad legal bajo la Ley de Servicios de Pago. Mientras tanto, los intercambios de criptografía en el país deben registrarse en la Agencia de Servicios Financieros y cumplir con las obligaciones establecidas. Japón considera las ganancias generadas por el comercio de criptos como “ingresos varios” y también grava a los inversores en consecuencia.
