El caso del colombiano Álex Saab, capturado en Cabo Verde y pedido en extradición por Estados Unidos, vive sus horas más oscuras.
El señalado testaferro del régimen de Nicolás Maduro, fue trasladado la noche del viernes desde la cárcel central de Ribeirinha, en la ciudad de Mindelo, y llevado vía aérea a la Isla de Sal, donde fue capturado el pasado 12 de junio por solicitud de Estados Unidos.
Hace 24 horas, el propio Saab, calificado por el régimen como un agente especial del Gobierno Bolivariano de Venezuela, pidió ser valorado por un médico y un psiquiatra.
“Expresó que quería dejar constancia de que se encontraba en óptimas condiciones y de que no va a intentar suicidarse. Teme que lo asesinen y que parezca que se quitó la vida”, dijo un antigua allegada del barraquillero a el periódico El Tiempo.
La mañana del sábado, un esquema de seguridad de la Policía Judicial se encargó del traslado de Saab, a quien la justicia de ese país le negó tres peticiones de libertad, incluidos dos habeas corpus.
Su traslado se produce cinco días después de que Cabo Verde aceptara la solicitud formal de extradición por parte de Estados Unidos que lo acusa de blanqueo de capitales y de corrupción, vinculados al régimen de Nicolás Maduro.