Según lo indicado, la mayoría del dinero faltante corresponde a ingresos que no recibió la empresa por la reducción de las tarifas.
A propósito de presuntos hallazgos de la Contraloría Distrital en un informe de auditoría correspondiente al año 2020, a la Empresa de Servicios Públicos del Distrito (Essmar), la Alcaldía de Santa Marta detalló punto a punto las presuntas irregularidades.
Desde la administración distrital se indicó que es falso el presunto detrimento de $41 mil millones al que se refiere dicho informe, y que las cifras descritas por la Contraloría Distrital no corresponden a un desvío de dinero, ni a un favorecimiento a terceros.
Asimismo, se indica que la Contraloría Distrital debió precisar en su informe que más de $28 mil millones corresponden a los recursos que dejaron de recibirse por la decisión de Andrés Rugeles como alcalde (e), de reducir las tarifas el 18 de abril de 2019; valor que no lo incluyeron en el presunto detrimento.
Con referencial al costo de la camioneta contratada por la Essmar, la Alcaldía Distrital aclara que fue por $57 millones y no ha sido de $2 mil millones como asegura la información de la Contraloría Distrital.
Además, el contratista sí era idóneo, ya que en su registro de Cámara de Comercio se establece que su actividad económica permitía el arrendamiento de vehículos.
De igual manera, la Alcaldía precisa que la empresa Viajeros sí tiene idoneidad para prestar el servicio para el cual fue contratada. Así también lo certifica su registro de Cámara de Comercio; pues se dedica al transporte de carga, sea cual fuese el bien a transportar.
De la totalidad de hallazgos, 48 son administrativos y disciplinarios. Estos se deben a que la agente interventora de la Superintendencia de Servicios Públicos no envió la documentación solicitada, afectando gravemente el resultado de la auditoría realizada a la Essmar.
Finalmente, desde la administración distrital se indicó que con lo que respecta al pago oportuno a la DIAN, el retraso se causó por la disminución de la tarifa que hizo Andres Rugeles, pues dejó de entrar flujo a la caja, entre otros aspectos. Pero finalmente se pagó, como lo reconoce la Contraloría.