Luego de 4 años de litigio y esperando que la entidad responda por los daños causados en la estructura de sus viviendas, cerca de 30 familias hoy le exigen a la Defensoría del Pueblo que mire su problemática.
Las obras de creación del sistema de alcantarillado en el barrio 20 de diciembre de Fundación Magdalena, serían la causa para que alrededor de 30 viviendas de las carreras 18, 18 y 29 de este sector, hoy se encuentren en estado crítico y amenacen con caerse. La comunidad responsabiliza a Aguas del Magdalena.
Grietas, hundimientos en el terreno y debilitamiento de las paredes, son los efectos de las maniobras hechas por maquinaria pesada, que además de las zanjas para introducir los tubos, hizo profundos manjoles que pusieron en riesgo a Emérita López y a su familia, pues, su humilde vivienda se inclinó amenazando con irse al orificio.
“La casa mía está que se cae del poco de grietas que tiene de un lado y del otro. Cuando pasó lo del manjol me mandaron a desocupar, porque la tierra se estaba abriendo. El tiempo pasa y veo que no se resuelve nada” expresó López.
Los fundanenses más afectados viven sobre la carrera 18, pues ahí se erigieron las obras madres del sistema. Yuleidis Barboza, indica que la inestabilidad de su vivienda le genera miedo, “las casas por temporadas ceden; uno va a abrir la puerta y no puede, También sentimos cómo las paredes se mueven, lo que nos preocupa”.
Asimismo, la presunta falta de atención por Aguas del Magdalena incrementa más su incertidumbre. Para Barboza, nadie se quiere apersonar del asunto. “Hasta el momento nadie ha respondido por los daños. Nuestro caso lo lleva el abogado Carlos Velázquez y lo que siempre nos han respondido en estos 4 años es que debemos esperar que aparezca la empresa de las máquinas y el contratista. No sabemos cómo va a terminar esto”.
Por otro lado, Emeregilda Cabarcas le hace un llamado al Ministerio Público para que intervenga y evite una calamidad. “Queremos que nos solucionen. Aguas del Magdalena ha sido reincidente con este tipo de acciones y siempre nos ha tocado esperar a que ellos les dé la gana de hacer presencia; Evitemos una tragedia por favor”, agregó.
Mientras encuentran apoyo a su solicitud o respuesta de la empresa involucrada, la comunidad del 20 de diciembre no podrá dormir tranquila, ya que se sienten más seguros en la calle que dentro de las residencias.