Varias son las preguntas que deben comenzar a resolver los investigadores de la SIJIN, para poder dar con los responsables de la muerte del señor Rodrigo López Gallego, quien falleció ayer en la mañana en la clínica del Bosque en Cartagena.
Dentro de un primer reporte policial se explica que siendo cerca de las 9 de la noche del pasado 13 de marzo, este hombre muy mal herido, toca en la puerta de una vecina y le informa que varios hombres lograron ingresaron a su apartamento, lo golpearon y le propinaron varias puñaladas presuntamente para cometer un robo.
El hecho se presentó en la urbanización El Refugio en la avenida Crisanto Luque, más exactamente en el apartamento 4B del cuarto piso del Bloque 10.
Tras conocer este hecho, de inmediato se generó una indignación entre los vecinos, por tratarse de una persona de la tercera edad.
Inmediatamente de ocurrido el suceso, se da aviso a la Policía y en un vehículo es trasladado a la clínica del Bosque, donde llega en delicado estado de salud, pero los galenos de turno logran estabilizarlo. Su estado, en ese momento, era reservado.
Las heridas que recibió con el arma cortopunzante las presentaba en la región abdominal, otra a la altura del tórax y una en la pierna derecha. Además de eso presentaba varios golpes en distintas partes del cuerpo.
Se dice que los uniformados, al llegar al sitio, intentaron ingresar a la vivienda del sujeto, pero no lo pudieron hacer porque al parecer los antisociales se habrían llevado las llaves del apartamento, por lo que no se logró establecer qué se robaron.
Desde ese entonces, y la Unidad de Cuidados Intensivos de este centro asistencial, López Gallego, de 66 años luchaba por su vida.
De la misma manera se conoció que el occiso vivía solo y era comerciante.
De inmediato comenzaron las especulaciones sobre qué fue lo que pasó con las medidas de seguridad del conjunto cerrado, por lo que los vecinos comentaron sentirse en riesgo.
“Eso da muestra que ni acá adentro se encuentra uno seguro. Creemos que alguien debe responder por esto”, aseguró un vecino que pidió reserva de su identidad.
Tomado de El Universal