La medida aplica en la mayoría de los espacios interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitarios y en todos los transportes públicos.
Los españoles respiran mejor desde el pasado 10 de febrero. Esto se logró tras el descenso de contagios después de la sexta ola de coronavirus que azotó España en los meses de diciembre y enero, en gran medida, debido a la expansión de la variante ómicron.
Llegó el fin de la mascarilla obligatoria en prácticamente todos los lugares del país, salvo a el transporte público, trenes, aviones, hospitales o residencias de ancianos.
Con esta medida, el cubrebocas, el símbolo más visible de la pandemia por Covid-19, queda reducido a espacios concretos, después de más de dos años.
Esta decisión se dio debido a la situación de la pandemia, ya que a la alta cobertura vacunal del 92 % en mayores de doce años, más la disminución de la gravedad de la enfermedad, explicó la ministra de Sanidad del país extranjero Carolina Darías.