Hoy se cumple 33 años de la tragedia ocurrida en Armero el pasado 13 de noviembre de 1985, donde 25.000 personas perdieron la vida.
Son varias las deudas de carácter administrativo, económico y social que el Estado no ha cumplido para favorecer el desarrollo integral de los sobrevivientes de la avalancha que borró del mapa la llamada ‘Ciudad Blanca’ el 13 de noviembre de 1985.
Armero, que fuera uno de los municipios más prósperos del Tolima, fue una de las poblaciones más afectadas al recibir directamente la furia del volcán ubicado a poco menos de 50 km de ese municipio.
Todo ocurrió cuando el reloj marcaba las nueve de la noche y sus habitantes se disponían a descansar. El fin del mundo llegó para una población que no fue evacuada a tiempo, a pesar de la advertencia de científicos, escaladores y personajes de la vida política.
La cifra de muertos era de no creer. Fueron más de 25.000, contando también las víctimas de otros pueblos como Chinchiná y Villamaría.